El masaje pésimo, ni relaja ni tonifica, conozco muy bien el masaje Kobido y la mujer, pese a la variedad de pases que hizo, estaba tan desganada que realmente su técnica era para darle un 0.
Me molestó que me acribillara a preguntas... cuál era mi ritual, que cremas usaba, tónico, contorno, proyecto... etc... etc, tuve que decirla que si me interesaba por algo ya le preguntaría.
Me encantan los masajes faciales, y sin duda este es el peor centro que he probado, se está poniendo muy de moda el masaje Kobido, realmente pese a conocer la técnica porque la he estudiado, no soy purista, de hecho me gusta probar distintos masajes faciales (otras técnicas), personalmente me gusta que sea para tonificar, o si la persona es relajada... pues al menos que sirva para relajarme, en este caso no fue útil para ninguno de los dos fines, ya es difícil que un masaje no sea cuanto menos agradable, pues este no lo fue.
Quiero comentar un par de cosas más, había masaje de 1 hora y de hora y media, compré el de hora y media, llegué a mi hora pero me pasaron 20 minutos después, saliendo a la hora que debiera salir si no me hubieran atendido tarde, por lo que pagué 30 minutos más, para que me “robaran” 20, realmente estaba deseando acabar, pero es importante indicarlo para que no cobren de más por menos.
Lo otro que quería comentar es respecto a la suciedad, es la primera vez que me ponen un gorro usado por a saber cuántas personas, era de los desechables y le pregunté si podía darme otro que no estuviera dado de sí... me dijo que me pondría más cosas... así fue, pero me parece una cutrez y completamente antihigiénico no tirar un gorro desechable que ya han usado antes.
Después de esto me fijé en los botes y productos que tenían y todo estaba pringado, los útiles de depilar, las cremas, los botes de aceite, al menos el baño me pareció limpio, pero madre mía el resto, para ser sincera, si el masaje fuera bueno, eso me daría igual, pero sumas todo y el resultado da este centro.
Quería una limpieza facial como todas las que me hago pero simplemente me pusieron unas mascarillas. Además, la conversación continua (hablándome de productos y haciéndome preguntas personales) de la persona encargada de hacerlo no me permitió que fuera un momento relajante, como esperaba.