Cuando vas a la peluquería, y más a arreglar, cortar o hacerte un tratamiento, no es para que las peluqueras te recuerden lo mal que tienes el pelo, que deberías cortarte 40 cm para tenerlo sano, o que se te cae demasiado. La experiencia, con las dos personas que me atendieron dejó bastante que desear, ningún cuidado con el pelo y todo malas miradas al principio (por que sí, se ven desde el espejo)
Hubiese pagado un tratamiento si me hubiesen recomendado de otra manera sus productos, pero desde luego no de esa manera. He tenido mejores experiencias en otros centros menta, y volveré a ellos viendo que este no ha sido la mejor opción