Pues hoy he recibido un trato discriminatorio en la peluquería. Al entrar me obligan a ponerme la mascarilla, cuando ya no es obligatoria. Ante mí negativa, me han bajado a la planta baja del local, yo sola como si fuera una apestada, sin calefacción, he pasado un frío de narices, parecía que no querían que me viera nadie. Increíble!!! Me han hecho sentir muy mal, la verdad. Agradezco a Sonia el trato que me ha dado. No volveré más.