Seguro que hay algunos olores que te transportan a determinados lugares, como el café recién hecho, las tostadas, la tierra mojada… Y es que hay algunos aromas que simplemente te hacen sentir bien y te relajan, ¿verdad?
Es porque los olores influyen en el organismo muchísimo más de lo que te imaginas. Por eso, la aromaterapia utiliza aceites esenciales para mejorar tu bienestar físico y mental. Y para que te transportes a los lugares que más te gustan mientras recibes un masaje que te deja como nuevo. ¿Quieres saber más sobre este tratamiento? ¡Sigue leyendo!
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1 ¿Virtudes? ¡Muchas!
La aromaterapia ayuda a estimular las defensas (prueba el aceite de lavanda), reducir el estrés (nada como el de melisa) o a mejorar problemas de la piel (¡el de bergamota hace milagros!). Si últimamente te cuesta dormir, notas que te resfrías más de lo normal o te sale algún eccema en la piel, una sesión de aromaterapia puede ser mano de santo.
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2 Déjaselo a los profesionales
Ten en cuenta que los aceites esenciales concentran lo mejor de las plantas, pero también sus efectos nocivos. Por eso es importante que acudas a un profesional para utilizar los aceites más adecuados para ti. Por ejemplo, el de albahaca o el de mejorana no deben utilizarse durante el embarazo y el del árbol del té o el de tomillo pueden irritar las pieles más sensibles. Ya sabes, nada de jugar al azar, ¡y ponte en manos de un profesional!
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3 Di sí al masaje aromaterapéutico
¡Es el hit de la aromaterapia! Si algo puede superar un buen masaje es que te lo den mientras disfrutas del aroma y los beneficios de los aceites esenciales. El tipo de aceite dependerá del efecto que busques: no es lo mismo aliviar un dolor muscular que querer relajarte después de una semana estresante. Busques lo que busques, ¡la aromaterapia tiene algo para ti!