
Mirar a los ojos es fundamental en el día a día en tantas situaciones… Si lo pones en práctica en tu salón, el cliente verá que lo escuchas y se sentirá a gusto. En vez de quedarte de pie, siéntate para que vuestros ojos estén a la misma altura y charla amigablemente para crear una relación personal. Acuérdate de no cruzar los brazos ni de usar jerga técnica (términos de maquillaje como "aerografía" pueden asustar a los menos versados en la materia).