
Porque si no, los rayos UVA y UVB (más conocidos como los rayos ultravioletas) acaban dañando nuestra piel, provocando manchas, quemaduras, arrugas e incluso cáncer de piel. Recuerda, el solecito no solo nos pone morenos… ¡así que ten cuidado!
Vale, todos hemos oído mil veces lo de: si vas a la playa, ¡ponte crema! Pero, siendo sinceros, todos alguna vez hemos acabado más rojos que Patricio de Bob Esponja.
Pero amigos, si lo oímos tanto, es por algo. Y no solo para evitar acabar más rojo que un tomate. Los rayos solares pueden traer muchas otras consecuencias, más dañinas y duraderas como manchas, arrugas o incluso a la larga, cáncer de piel. Por eso es tan importante protegerte siempre siempre siempre del sol.
Y si todavía no tienes muy claro cómo utilizar el protector solar ni qué factor es el que deberías usar… ¡Que no cunda el pánico! Te lo contamos todo todito todo. ¡Y a proteger esa piel!