Si estabas pensando en depilarte para siempre, seguramente la fotodepilación y la depilación láser son las dos opciones que tenías en mente. Pero, a pesar de que parezcan casi lo mismo, tienes que saber que cada método tiene sus cosillas. Y es que la luz que utilizan ambas no es la misma.
Te contamos las diferencias entre estos dos métodos de depilación para que escojas el que más te guste y de ahí, ¡a lucir piel suave como la seda para siempre!
-
1 Todo depende de la luz con que se mire...
La diferencia entre la fotodepilación y el láser es la luz que se utiliza. Es decir, la depilación láser es mucho más precisa y selectiva con los pelos, mientras que la fotodepilación (o IPL) hace un barrido de toda la zona para asegurarse de que no queda ni rastro. Además, la depilación láser es mejor hacérsela en invierno.
-
2 Fotodepilación: para todo tipo de pieles
Mientras que la depilación láser es más efectiva para los pelos más oscuros en contraste con una piel clara, la fotodepilación puede hacerse para todos los tipos de piel y de vello. Ya seas rubia o tengas la piel morena, con la depilación IPL podrás decir bye, bye a esos pelillos para siempre.
-
3 Láser: más efectividad, menos sesiones
La depilación láser, por su parte, es más efectiva (con pieles claras y vello oscuro) ya que la onda de luz que emite, es puntual y quema todo el pelo hasta su raíz. Lo que significa que te harán falta menos sesiones y, ¡ahorrarás tiempo!
-
4 ¿Piel sensible? Mejor IPL
Al ser el láser más efectivo, las ondas que emite para eliminar el pelo son más dolorosas. Porque lo quema hasta la raíz. Por eso, si tienes la piel muy sensible, lo mejor para ti es la fotodepilación. ¡Y nada de sufrir para lucir!
-
5 Y el Óscar va para...
Lo cierto es que ambos tipos pueden funcionar a las mil maravillas, todo depende de tu tipo de piel y de cómo te apliquen el tratamiento. Pero, si tienes el pelo muy rubito o la piel muy sensible, lo ideal para ti es la fotodepilación, mientras que, si tienes el vello más oscuro, con el láser podrás despedirte de esos pelillos en menos que canta un gallo. ¡Tú eliges!