Tras un largo día de no parar, seguro que más de una vez has pensado: Pfff, me daría un masaje ahora mismo. Pero la pregunta es, ¿cuál? Porque hay diferentes tipos de masajes y depende de lo que estés buscando, deberías escoger uno u otro.
Masaje relajante, descontracturante, de cuello y hombros, con piedras calientes… Tú cuéntamos qué es lo que te pide el cuerpo y nosotros te diremos cuál es el mejor masaje para ti. ¿Trato hecho?
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1 Masaje de cuello y hombros
Si lo que te pasa es que después de estar todo el día delante del ordenador te duele la cabeza y el cuello como si no hubiera un mañana, amigo tenemos lo que necesitas. ¿Por qué escoger un masaje de cuerpo entero cuando lo importante son tus hombros y el cuello? Créenos, un masaje centrado en esta zona hará que liberes toda la tensión acumulada y desaparecerá todo ese dolor en un abrir y cerrar de ojos. ¿Y lo mejor? Que puedes escoger el tiempo que mejor te venga, tienes masajes desde 20 a 40 minutos. ¡Tú decides!
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2 Masaje descontracturante
Es importante antes de hacerte un masaje saber qué síntomas tienes para ver qué masaje necesitas. No es lo mismo sentir estrés y agotamiento que dolor y pinchazos. Si se trata de lo segundo, entonces es que seguramente tengas una contractura y lo mejor es un masaje descontracturante. Te pondrás en manos de un especialista y tratará esos dolores en una o varias sesiones, dependiendo de la contractura que tengas. Et voilà! Se acabaron las molestias. Palabrita.
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3 Masaje relajante
Si lo que te pasa es que estás en plan: me bajo de la vida… ¡Psssst! Echa el freno que tenemos la solución. Un masaje relajante para desconectar por absoluto. Lo que necesitas es un masaje que te haga olvidarte de todo, relajar hasta partes de tu cuerpo que no sabías ni que tenías y renovar de nuevo tu energía al 100%. Y no hay nada que un masaje relajante no pueda hacer.
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4 Masaje con piedras calientes
Y si eres de los que tiene el cuerpo que le pide a gritos un masaje, pero no te gusta mucho que un desconocido te toque el cuerpo… ¡Masaje con piedras calientes es lo tuyo! Imagínate tumbadito o tumbadita en una habitación destinada exclusivamente a relajarte, con piedras calientes sobre la espalda, estimulando tu flujo sanguíneo. El paraíso mismo, vaya.