Esta pregunta es muy importante para los novatos. Seamos realistas: el primer tirón puede doler, así que asegúrate de que están preparados.Tranquiliza a tu cliente diciéndole que el dolor suele disminuir tras algunas sesiones y que los resultados merecen la pena.

Aunque a tu cliente no le moleste en absoluto lo de quitarse la ropa, siempre es buena idea comentar por adelantado si va a tener que hacerlo o no. Nada más entrar en la sala, deja las cosas claras para evitar cualquier tipo de situación incómoda.

Sí, sí y sí. Algunos salones disponen incluso de duchas para sus clientes, porque es una manera genial de asegurarse de que estén limpios para la depilación. Si no puede ser, recuerda tener a mano toallitas higiénicas y sugiéreles sutilmente que la próxima vez es preferible darse una ducha antes de la sesión.

Si el vello corporal es demasiado largo, hasta el punto de no adherirse a las tiras de cera, puede que tengas que recortarlo previamente. Asegúrate de explicarles lo que estás haciendo y así, la próxima vez que vayan, la longitud del pelo será la ideal.

El pelo puede parecer más grueso cuando vuelve a crecer, pero, en realidad, los folículos se van debilitando con el tiempo. Vamos, que el pelo se hace más fino. Para entendernos: es una manera genial de insinuarles que reserven la próxima cita para el mes siguiente. ¿Quieres que tu salón triunfe más que la mani Shellac? Regístrate en Treatwell y preséntate a los millones de clientes potenciales que reservan online a través de nuestra plataforma.