¿Te suena a chino? No te preocupes, ¡para eso estamos! La depilación IPL es muy parecida al láser, ya que los dos consiguen erradicar esos pelillos para siempre. Pero existe una clara diferencia entre ambos. El láser es más eficaz con el vello más oscuro y la piel clara; mientras que la luz pulsada consigue eliminar distintos tipos de vello (¡Si! ¡Los rubios también!). Una maravilla, ¿verdad?
Así que ¡dudas fuera! Te contamos en qué consiste, qué es lo que debes hacer antes de una sesión y los cuidados post-depilatorios. ¿Ready?
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1 ¿De qué depende el éxito del tratamiento?
Básicamente el color de la piel y el vello, así como su grosor, condicionan la intensidad y duración del tratamiento. Por ejemplo, el pelo oscuro sobre piel clara es el que mejor responde. El número de sesiones, a su vez, también varía según el sexo (el pelo de las mujeres suele ser más fino). Y también hay que tener en cuenta cualquier elemento que influya en el crecimiento del pelo, como por ejemplo el uso de medicamentos.
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2 Antes de cada sesión...
Lo recomendable es no tomar el sol durante el mes previo a tu cita, porque podría irritarte la piel. Además, cuanto más blanca esté, más efectiva será la sesión. Por eso se recomienda iniciar el tratamiento después del verano. Y otro consejo importante es no depilarse con cera antes del tratamiento, ya que se necesita que la raíz del vello esté ahí para poder eliminarla.
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3 Para terminar...
Tras cada sesión va muy bien aplicar frío sobre la piel para calmarla y después hidratarla con esmero. Mejor no te duches con jabón hasta el día siguiente para evitar posibles irritaciones y recuerda que entre sesión y sesión deben pasar unos quince días. Y eso es todo acerca de la depilación IPL. ¿Te animas a probarla?