Tras horas pasándote la plancha, por fin consigues salir de casa con un pelo mejor que el de Jennifer Aniston. Pero en cuanto pisas la calle, y empieza a llover como si no hubiera un mañana, acabas llegando a tu cita con un look a lo Jackson 5… Confíesalo: a todas nos ha pasado alguna vez. Y seamos sinceras: es un engorro total.
Y sabes, lo sabes, que la solución es fácil. Se llama alisado japonés. ¡Así que manos a la obra! Eso sí, antes de ir a lo loco a la pelu, ten en cuenta estos pequeños tips,
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1 Piénsatelo bien si tienes el pelo débil...
Si tienes el cabello débil o fino, hay muchas formas de darle más cuerpo, pero concretamente este tratamiento podría dejártelo peor de lo que lo tenías. El alisado japonés consigue domar incluso el cabello más rebelde, pero siempre a partir de un pelo sano. Y no, desgraciadamente no es una solución para arreglar el pelo estropeado, ¡sorry! La regla de oro es: sanea antes, alisa después.
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2 ¿Pelo? Alisado descartado
Lo ideal es aplicar este tipo de tratamiento sobre un cabello natural y sin teñir, ya que los químicos podrían interferir con el proceso de alisado y provocar un estropicio apocalíptico. Así que ya sabes, si tu melena es 100% natural, ¡di sí al alisado japonés!
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3 Mejor en época de invierno
Aunque puedes hacerlo en verano para combatir la humedad, siempre es más recomendable hacértelo en época de frío. Y es que en verano con el sol y las playas y piscinas, puede dañártelo un poco más. Así que ya sabes, ¡ahora es el momento!
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4 Elige a los profesionales adecuados
El alisado japonés es capaz de dejarte el pelo liso como una plancha y a prueba de encrespamientos varios, pero debe aplicártelo un pro-fe-sio-nal. Se trata de un tratamiento complejo y agresivo, así que no recurras a una peluquería "nisu" por ahorrarte unos euros: ¡busca al peluquero adecuado y presume de pelazo!