Ay, las uñas de gel. Esa maravilla que es que las uñas te aguanten perfectas durante semanas… Pero, amiga, hay que aceptar que nada es para siempre, y que cuando empieza a levantarse el esmalte es momento de despedirse de ellas. Lo sentimos, ¡no son inmortales! Vale, asumido. Pero… a la hora de retirarlas las dudas son siempre las mismas: ¿ voy al salón o me lo hago en casa?
Seamos realistas: nadie mejor que los profesionales para quitártelas.Y es que su experiencia hará que te las retiren sin dañar tus uñas naturales; aunque si estás en un apuro siempre puedes hacerlo tú misma. Pero siendo sinceras… ¡como el salón en ningún sitio! Y te contamos por qué:
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1 Herramientas
En el salón, como es obvio, cuentan con todas esas herramientas que necesitarán para hacerlo perfecto (y que no solemos tener en casa). Hablamos de la acetona, los algodoncillos, la lima de uñas o el nail buffer, esa lima que te deja las uñas brillantes brillantes. Así que, vamos, ¡te aseguras que no te falte de nada!
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2 Paso 1: lima en acción
Primer paso: limar las uñas. Seamos sinceras: ¿cuando lo haces en casa eres de las que se pone la acetona en el papel de aluminio y ya? Es normal, pero en un salón te las limarán primero para dar algo de textura a la superfície de la uña y que así la acetona sea más efectiva e impregne el esmalte perfectamente.
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3 Paso 2: algodoncillos
Y de ahí… ¡a los algodoncillos! Se ponen en cada una de las uñas empapadas en acetona, de tal manera que no dañen las cutículas. Cada vez se acerca más el momento de decir bye, bye a ese esmalte…
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4 Paso 3: papel de aluminio
Y llega el momento don't touch. Te van a envolver los dedos en papel de aluminio para que no se muevan los algodoncillos mientras la acetona hace efecto. Así que toca unos minutillos de no tocar nada…
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5 Paso 4: esperar
Pero como dicen, la paciencia es una virtud. Y sí, sabemos que esperar con los dedos envueltos en papel de aluminio no es algo que se encuentre entre tus hobbies favoritos, pero ya verás como la espera merece la pena.
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6 Paso 5: ¡tachán!
Di hola de nuevo a tus uñas naturales. Sanas, brillantes y listas para el siguiente asalto. Porque no hay nadie mejor que un experto para cuidar tus uñas. Así que no dudes en ir a un salón y confiar en la ayuda de un profesional. Y además, ya que estás ahí… ¿por qué no hacerse otras uñas de gel con un color diferente?