No. Por desgracia no puedes viajar en el tiempo. Así que cuando tu tinte de pelo no ha salido como esperabas, solo te queda una opción: aceptar ese color que te desagrada tanto como cuando aceptas el drama de cerrar Spotify sin querer mientras sonaba tu canción favorita.
Pero nadie dijo que fuera un proceso fácil. Y antes de asumir que ya no hay vuelta atrás, tu mente procesa un sinfín de pensamientos. O como nos gusta llamarlo a nosotros, las 5 fases por las que pasas cuando no te gusta tu tinte de pelo.
-
1 Desconcierto
La primera etapa es la de incredulidad. La de mirarse al espejo unas cuantas veces sin entender qué está pasando. ¿Cómo ha acabado este color en mi pelo? Incluso intentas hacerte un recogido para ver si así se disimula. Pero no. La coleta no oculta el tinte que está por toda tu cabeza. Así que rápidamente tu cerebro comienza a pensar en alguna solución.
-
2 La no-solución
Se te enciende la bombilla. Recurres a la que te parece la mejor idea de todas: teñirte otra vez. ¿Cómo no se me había ocurrido antes? ¡Pero, cuidado! Porque con esto solo conseguirás dañar el pelo. Lo recomendable es esperar al menos unas semanas. Así que, muy a tu pesar, acabas admitiendo que tienes que buscar otras posibles soluciones.
-
3 El Sombrero Seleccionador
Das en el clavo. ¡Lo tengo, sombreros! Pero llevar sombreros durante un mes no es la solución. A menos que quieras parecer uno de los personajes de Harry Potter esperando durante días a que el Sombrero Seleccionador te asigne una casa.
-
4 Menos pelo, menos problemas
Entonces, entre tanta desesperación, decides cortar el problema de raíz. Nunca mejor dicho. Menos cantidad, menos tinte. Así que crees que lo mejor será hacer uso de las tijeras. Así la gente se fijará más en el nuevo corte que en el color, ¿no?
-
5 Aceptación
Sin embargo, lo que tienes que hacer es asumirlo. Aceptar que esta vez el tinte no ha salido como esperabas. ¿Y sabes qué? ¡Que qué más da! Porque como te habrán dicho mil veces, el pelo crece. No pasa nada por esperar unas semanas. Y no, no hace falta recurrir a gorros, pañuelos o tijeras. A todas nos ha pasado alguna vez. ¡Y de los errores se aprende!
Así que para la próxima vez, ya sabes lo que tienes que hacer. Escoger la peluquería que ofrezcan lo que buscas, mirar las reseñas, especificar a tu estilista lo que quieres y aceptar que te estás haciendo un cambio de color. A veces, lo único que pasa es que no estás acostumbrada a verte distinta. Así que dale un par de días al tinte, ¡y ya verás como te gusta!