Pssst. Tenemos deberes para ti. Sí, sí, como lo oyes. Y es que este 2019 toca disfrutar de las pequeñas cosas de la vida. Se acabó ver el vaso medio vacío y estar todo el día de aquí para allá sin dedicarte unos minutillos.
Porque este año nuevo es para saborear todo lo bueno de la vida. ¡Que a veces nos olvidamos, oye! Y es que durante el día a día hay un montón de cosas que nos sacan una sonrisa y no nos damos ni cuenta. Así que ya sabes, ¡a sonreír más y a fruncir menos el ceño!
-
1 Duerme esos deliciosos 5 minutitos de más
A quien madruga… 5 minutitos más le ayudan. Y es que amigos, no pasa nada por retrasar la alarma unos minutos. Quédate en la cama, disfruta y descansa un poco. Que tienes todo el día por delante para hacer mil cosas. Por la mañana, con la calma. Y ya después del café… ¡A comerse el mundo!
-
2 Come lo que te pida el cuerpo
Dale a tu cuerpo comidita macarena, que tu cuerpo es para darle lo más rico y cosa buena… (Vale, a lo mejor nos hemos venido un poco arriba con la canción). Pero, ¿que nos dices de esa sensación de satisfacción cuando has comido lo que te apetecía? La vida es demasiado corta para no darte un caprichito. Según te entre el apetito, pon rumbo al supermercado, restaurante, o ponte de chef en tu cocina, ¡y hazte un buen plato de lo que más te apetezca!
-
3 Date un capricho beauty
¿La mejor sensación del mundo? Cuando estás agusto contigo mismo por dentro y por fuera. ¿Que tienes unos días que no te ves al 100%? Date un masaje para recuperar de nuevo tu energía. ¿Que te apetece lucir pelazo? Amiga, tienes una pelu más cerca de lo que te imaginas. ¿Que quieres darle un toque diferente a tu look? ¡Nail Art y listo! Pero una cosa es segura, cuando veas que no estás en tu mejor momento, párate, piensa que es lo que te pide el cuerpo y mímate. Que cuando te sientes bien por fuera, te sientes bien por dentro, y viceversa. Pero oye, lo más importante, ¡hazlo por y para ti!
-
4 Descansa después de un largo día
Lo sabemos. Otro de los placeres de la vida. Llegar a casa después de un largo día y sentarse en el sofá. O mejor incluso, tirarse de cabeza a la cama. ¡Pero qué gustito! Y si se hace un viernes con todo el fin de semana por delante, ¡ni te cuento! Que cuando uno llega a casa, hay desconectar. Así que ya sabes, aparta de tu mente todo lo demás y haz lo que más te apetezca: mantita y peli, música, leer un libro, hablar con tu familia…